Vol. 3 Núm. 3 (3): Revista de Filosofía Iberoamericana

Estamos en el tercer número y seguimos postulando la reflexión sobre la filosofía peruana y su coexistencia con otras perspectivas. En un país como el nuestro, el ejercicio filosófico debería ser más que una mera retahíla de repeticiones sobre las corrientes filosóficas en boga a nivel mundial. No se trata de mantener una hermenéutica gongorista e inútil de los clásicos, sino proponer una nueva o nuevas perspectivas de filosofar desde un contexto que involucre claramente lo peruano. Ello implica reconocernos en la tradición de nuestros pensadores y sus reconfiguraciones filosóficas en el Perú. Más allá de su posible aporte al canon, se trata de investigar los procesos de recepción y reelaboración del pensamiento. No para tener como objetivo final una escolástica fenomenológica, ni menos aún modos de banalización libresca, cuyo aporte al contexto global es nulo. Las borgianadas pueden ser divertidas, pero terminan por ser frívolas y profundamente anatópicas.
¿Qué nuevos aportes pueden ofrecer los filósofos peruanos a los estudios sobre el pensamiento de Aristóteles, Platón, Husserl, Habermas, Rawls? ¿Tienen algo nuevo qué decir sobre, por ejemplo, Nietzsche? ¿Aportaría algo novedoso una tesis, digamos, sobre Kant? ¿Dirán algo interesante sobre,
insisto, Hegel? ¿No constituye un acto de soberbia y ceguera intelectual que se asuman además como interlocutores mundiales y hasta tengan sus asociaciones académicas para continuar su sofisticada verborrea? Un poco de modestia no les vendría mal. Ser divulgador de estos filósofos para asegurar
se así un puesto académico significa por fuerza obviar la genealogía y los procesos del pensamiento peruano, lo que en las actuales circunstancias resulta inmoral. No se puede seguir filosofando en estas tierras sin incidir en ella, sin tener cursos sistemáticos sobre filosofía peruana y latinoamericana; es, en resumen, predicar Tolerancia, y no practicarla.
Por ello, SOLAR es un proyecto que opta abiertamente por la confluencia y el diálogo de los diversos discursos filosóficos desde una perspectiva peruana, lo decimos sin temor al enredo patronímico. Filosofía que es por ello filosofía sin más. Los grandes temas se piensan y se proponen aquí desde la peruanidad. Peruanicemos la filosofía.
¿Patrioterismo? ¿Reduccionismo epistemológico? No, señores lectores, más bien serenidad y simple realismo; también diálogo, mucho diálogo que es el inicio para un reconocimiento de nos-otros. Una cultura dialógica se construye desde donde se asienta, sobre la base de una red (aún fuertemente
inarticulada, por cierto) de instituciones nacionales desde las cuales se difunda la filosofía. En principio, nuestros primeros receptores son peruanos, es decir, nosotros mismos. Ello implica plantear el debate incorporando universos lingüísticos dejados de lado por la hegemonía eurocéntrica. Discutir en otras lenguas equivale a incrementar aún más las posibilidades de fortalecer una comunidad inclusiva. Para llevarlo a la práctica, junto con otras propuestas, desde el próximo número incluiremos el quechua como lengua de filosofar.
Este número de SOLAR contiene trabajos orientados en las líneas arriba esbozadas. Lo iniciamos con un acucioso ensayo de Víctor Hugo Martel sobre el probabilismo, uno de los tópicos que ha sido poco investigado, una relectura de algunas tesis escolásticas, pero con influencia en la filosofía peruana y en las diversas interpretaciones sobre nuestro país. El cubano Raúl Fornet-Betancourt, uno de los más importantes difusores de filosofía latinoamericana e interculturalidad, quien además alguna vez vivió en Perú, analiza la importancia y la necesidad de incluir el reconocimiento intercultural como un eje del filosofar en América latina. El español Antolín Sánchez Cuervo, miembro del prestigioso Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España, recurre a un tema caro en la historia de nuestras ideas: la
presencia de Ortega y la espléndida filósofa, amiga de Lezama, María Zambrano, trabajo que nos ofrece indicios para acercarnos y rastrear en la filosofía hecha por mujeres en el Perú.
Edgar Montiel, filósofo peruano y funcionario de la UNESCO, reflexiona sobre la fundación de las repúblicas americanas a propósito del bicentenario de la independencia pronto a celebrarse, para lo cual se están preparando ejercicios colectivos de reflexión. Mauricio Beuchot, notable investigador de la Universidad Autónoma de México, nos presenta su visión de la hermenéutica, al que denomina hermenéutica analógica y hace su introducción en el debate peruano, además, nos permite mostrar un punto de vista anclado en el reposicionamiento de la filosofía desde la supuesta periferia. Fermín del Pino, un conocido peruanista español, señala los estereotipos peruano-hispanos haciendo un contrapunto con su propio proceso de acercamiento a las matrices discursivas de interpretación de nuestra complejidad.
Con el Buzón de Sócrates (entiéndase la sutileza) iniciamos otro modo de acercamiento a los filósofos peruanos, publicaremos las cartas y notas que nos ayuden a trazar un diagrama de sus procesos internos. En este caso, gracias a la enorme gentileza de la señora Helene de Salazar y el apoyo de
Edmundo Roque, publicamos una serie de textos enviados a Augusto Salazar Bondy, uno de nuestros más importantes pensadores del siglo XX. Notarán la profunda admiración y el respeto de muchos personajes. Verán desfilar a José Gaos, Quine, Frondizi, Zea o la exquisita carta de Gred Ibscher y otros importantísimos intelectuales. Hay un manifiesto firmado contra la Guerra de Vietnam firmado por Salazar, Vargas Llosa, Cortázar, Carpentier que demuestra la visión ideológica ante el belicoso accionar norteamericano.
En Memorias de Sophia, reeditamos la controversial tesis de Clemente Palma: El porvenir de las razas en el Perú (1897). Texto mencionado y aludido peropocas veces leído. Ponemos ante ustedes un ejercicio de justificación de la exclusión a través del racismo, lleno de aparatos positivistas y armado con el
tópico naturalista peruano. Este documento es imprescindible para los estudios culturales contemporáneos y permitió a Palma graduarse como Bachiller en la Universidad de San Marcos. En traducción de David Villena, y por una gentileza de Hilary Putnam, tenemos un texto inédito en castellano donde reflexiona sobre la relación de la epistemología y sus filósofos. Putman es un referente imprescindible de otra forma, alterna y provocadora, de concebir la filosofía contemporánea.
Abrimos otra sección nueva, apelando al verso vallejiano: Considerando en frío, aquí publicaremos documentos inéditos de filósofos peruanos y latinoamericanos que estaban en algún lugar de bibliotecas personales o públicas, y como corresponde al filosofar, se les saca a la luz para su debate. Ahora presentamos un texto de 1953 de Augusto Salazar Bondy, hallado entre sus papeles, leído en la Alianza Francesa de Lima, sobre Camus. Salazar, conocedor del drama existencial moderno, analiza fríamente las premisas sobre las cuales se interpreta la condición humana. En la sección Cardo y ceniza, hallarán comentarios e interrogantes sobre libros publicados últimamente, más que reseñas son incisiones lúcidas y vitales sobre los textos. Ello propone un modo de acercarse a la lectura académica y con el espacio suficiente para lidiar las ideas, de eso se trata, de debatir, rebatir, charlar, filosofar. Sino los libros nacen muertos y a nuestra filosofía le hace falta diálogo constante, entresijos incansables. Así es también como se forma una comunidad filosófica.
Entre las Notas, presentamos una crónica sobre el encuentro Hispano
peruano realizado el 2007 en la Universidad Complutense de Madrid y que
trajo a debate temas latentes y con proyección sobre nuestros estados de la
cuestión.
Como siempre, el agradecimiento solariego se hace extensivo a los que nos ayudan constantemente en el proyecto de SOLAR y los que creen y trabajan en él.
Rubén Quiroz Ávila
Madrid, verano 2007